Calle solitaria

 Un río bajo el tambor de la luna

mis pasos como una danza macabra
un conjuro falseado, que se vuelve contra mi.

En cada ventana un cobijo de sueños,
el fuego secreto, de una intimidad cultivada.
Querría ser cálida como una ventana iluminada

Ser cobijo en la tempestad y el frío.
Pero el fuego despierta el recuerdo
y mi memoria es un bosque en llamas,

Que se extiende siempre, más y más.
El canto de cada gota de lluvia
un lecho interminable, para despertar jamás.

Quizá no deje huellas, el cansancio,
de tantas calles perdidas,
cada paso en esa cuadra olvidada.

Bailo sola en la habitación vacía,
cantan las ciudades muertas,
un lejano ritual que nunca cesa


Ara.2020




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